Cantos en la Liturgia



LA MÚSICA EN LA LITURGIA


Para acercarnos a lo ideal en cuanto a la música en la liturgia debemos tener en cuenta los siguientes puntos:

1. La música en la liturgia debe ser un trabajo a favor del pueblo.  El servicio musical debe invitar a la participación de la comunidad eucarística.

2. Hay que tener en cuenta que la Eucaristía no es una oportunidad para presentarse ante un público; debe ser, por el contrario, un servicio que debe armonizar y embellecer aún más la Eucaristía. Todo canto litúrgico es religioso, pero no todo canto religioso es litúrgico. Esto debe tenerse en cuenta a la hora de seleccionar los cantos que se van a usar en la misa. Las características de religioso y litúrgico se refieren a lo que buscan los cantos en la iglesia, lo religioso lleva a un diálogo con Dios y lo litúrgico es creado para cada momento de la celebración litúrgica.

3. Los cantos litúrgicos se clasifican en dos:

· Cantos de primer orden: son los que hacen parte del rito, como las aclamaciones, el santo, el gloria, el señor ten piedad.  Son cantos que no se varían en su estructura, ya que son realmente ritos que se cantan.

· Cantos de segundo orden: son los que acompañan un rito que se está llevando a cabo, como el ofertorio y la comunión.  Estos cantos deben ayudar a profundizar el rito.

4. La música está al servicio de la Liturgia y no al revés.  Por esta razón, se debe procurar que los cantos sean apropiados para la Eucaristía, que estén relacionados con los tiempos litúrgicos y en lo posible con la fiesta que se esté celebrando.  Lo ideal sería que los cantos se preparen de acuerdo a la liturgia del día, que no se canten cosas que no tienen nada que ver con los textos y la intención de la misa.

5. El coro no puede ser sólo un adorno en la misa, quienes hacen el acompañamiento musical debieran ser partícipes del Misterio, pero muchas veces sólo se está allí para cumplir un rol, un trabajo, o peor aún porque se cree estar haciendo un favor.  La misa no puede ser solamente el espacio y la oportunidad de demostrar cuánto se sabe cantar o interpretar un instrumento.

6. Es muy importante la coordinación del coro con el sacerdote: los momentos que se van a cantar o no; el coro no puede dejar al sacerdote esperando hasta que el canto termine, por el contrario! los cantos deben ser justos, porque de lo contrario termina dándosele más valor a éstos que al rito en sí y eso no está bien.

7. Los coros deben saber qué cantar y en qué momento: es muy importante conocer los tiempos litúrgicos y así poder proponer cantos apropiados, por ejemplo: en cuaresma los cantos debieran ir en pro de ayudar a la revisión y reflexión interior, pero si el coro llega con cantos de alabanza, esta intención se pierde en la euforia que pueden generar los últimos;  en tiempo de Navidad, se deben cantar villancicos y ojalá los que tienen letras bíblicas, que ayuden a profundizar en el misterio de la encarnación y nacimiento de Cristo; en Pentecostés se debe resaltar la presencia del espíritu Santo; en la fiestas marianas se pueden buscar cantos a la Virgen que acompañen algunos momentos de la Eucaristía; en los sacramentos es ideal hacer cantos que iluminen los mismos; en los diferentes momentos de la Semana Santa, es indispensable cantar cada uno en forma específica, no se puede hacer un canto de alabanza en Viernes Santo, ni hacer cantos penitenciales en la Vigilia Pascual.

8. La Liturgia es tan rica en momentos y expresiones que termina siendo un desperdicio cantar siempre lo mismo, sin ninguna intención específica, sin darse la oportunidad de adentrarse en la misma y vivirla de tal forma que los cantos terminen siendo un aporte de oración propia a la oración de la comunidad eucarística.

9. La invitación a los ministerios musicales es que se atrevan a componer música nueva y hermosa para la Liturgia, buscando conservar estos lineamientos; una característica de la Iglesia Católica es la unidad, se puede estar en cualquier lugar del mundo, en cualquier idioma y el esquema de la Eucaristía es el mismo.  Así entonces, en vez de seguir usando tantos cantos monótonos, no religiosos o incluso de otras corrientes religiosas, se puede explorar la capacidad creativa y de interpretación para dar más gusto a las celebraciones.

MOMENTOS DE CANTO EN LA EUCARISTÍA


CANTO DE ENTRADA


El canto de entrada tiene los siguientes propósitos:

· Abrir la celebración

· Fomentar la unión

· Introducir en el misterio (motivo de la celebración)

· Acompañar la procesión


Para este momento deben buscarse melodías que vinculen a la comunidad, cantos que la gente cante, que sea acorde a la fiesta y/o el tiempo que se celebre,  que acompañe la procesión para cuando llegue el oferente al altar o la sede.


La antífona de entrada puede reemplazar el canto, si no hay coro o si así se decide previamente.

SEÑOR TEN PIEDAD


El acto penitencial se compone de cuatro momentos:

· Monición

· Tiempo de silencio

· Fórmula según selección


1. Texto:  yo confieso…

2. Diálogo: Señor ten misericordia de nosotros –porque hemos pecado contra Ti…

3. Tropos: dirigidos a Jesucristo… Tú que eres….  Responde el pueblo: Señor ten piedad, Cristo ten piedad, Señor ten piedad… Estas respuestas pueden ser cantadas o habladas; de ser cantadas, se debe acordar previamente con el sacerdote.


·  Absolución

Luego de la absolución, se canta el Señor ten piedad; si se hace la fórmula de tropos, no se canta luego el Señor ten piedad.

En la absolución se cierra el momento del perdón de los pecados.  Este canto es una aclamación, así que no se debe cantar un canto penitencial luego de la absolución; es decir, en este momento se canta la fórmula Señor ten piedad, Cristo ten piedad, Señor ten piedad.


Así, los cantos diferentes a esta aclamación no son apropiados para este momento; los cantos penitenciales pueden usarse en otros momentos de oración, reflexión o penitencia, pero preferiblemente no en la Eucaristía.

GLORIA


El Gloria, es una composición de varios siglos, es un himno y como tal se canta. Debe seguirse el texto litúrgico. De no haber muchas opciones, deben componerse melodías a las que pueda acomodarse el texto litúrgico.



CANTO DE OFRENDAS


El momento que conocemos como ofertorio, hace parte de la Liturgia Eucarística. Los temas acostumbrados para este momento han sido orientados hacia el cuerpo y la sangre de Cristo,  sin embargo es más apropiado que sean  hacia el pan y el vino. La presencia del Cuerpo y la Sangre de Cristo es un poco más adelante, por lo cual cuando cantamos el ofertorio, aún no están presentes.

También se puede acompañar este momento con temas que sugieran: acogida, servicio, encuentro, fiesta, comunión, invitación, solidaridad, bienvenida, compartir, gratitud, entre otros.

SANTO


El santo es el canto que hacemos previo al momento que llamamos elevación, y el cual es otro momento que está dentro de la Plegaria Eucarística, y además hace parte de las aclamaciones.  

En la Plegaria Eucarística hay tres aclamaciones:

· Santo

· Luego de la elevación, cuando el sacerdote dice: Este es el sacramento de nuestra fe: Anunciamos tu muerte, o cada vez que comemos de este pan…

· El Amén, que se hace después de la doxología: Por Cristo, con Él y en Él…


Con esto se ve que el canto del santo es tan importante como las otras aclamaciones, las cuales deben ser también cantadas.

El texto del Santo se compone de dos partes: la primera representa un adjetivo que propone la cualidad de Santo a Dios, en forma superior. En hebreo se repite 3 veces la cualidad para demostrar que es lo máximo que existe: Santo, Santo, Santo. La segunda parte es el Hosana, la cual es una aclamación hebrea en que se reconoce que Dios nos ha salvado.

El texto del santo debe ser el propuesto en el Misal, no todos los cantos que dicen Santo sirven para este momento; es importante revisar qué cantos se usan para cuidar que se esté respetando el texto litúrgico.

PADRE NUESTRO


En la oración del Padre Nuestro, estamos repitiendo las palabras de Cristo, no hay más que añadir ni que quitar.  Si el Padre Nuestro se canta, debe ser litúrgico, lo que se debiera hacer es musicalizar las palabras del Señor.  No todos los cantos que se usan en este momento son apropiados, por ejemplo el Padre Nuestro que se hace con música profana (no religiosa) como el de Sonidos del Silencio, ni otros como el Padre amerindio, que aunque es religioso no es litúrgico, por lo cual tampoco es indicado para este momento.




CANTO DE PAZ Y CORDERO


El momento del saludo de paz es un rito secundario dentro de la Plegaria Eucarística; este momento no debe opacar la fracción del pan: momento en que el sacerdote presenta a Cristo como el Cordero de Dios, como ese acercamiento y entrega total de Dios a los hombres y en el que nos da a su Hijo como ese ofrecimiento.

Un canto para el saludo de la paz podría hacerse aparte del canto del cordero, sin embargo estos dos momentos se unen en un solo y muchas veces se queda solo en el momento alegre del saludo y del canto que hable de la paz.  Aquí se podría cantar lo que litúrgicamente está propuesto y es el Cordero de Dios; si bien se puede cantar algo relacionado con la paz, es bueno unirlo con un cordero para así darle a este momento el valor que lo hace más importante.




COMUNIÓN


El canto de la comunión debe iniciar cuando el sacerdote comulga y finalizar cuando termina de repartirse la comunión a la feligresía.  Este es un momento en el que los cantos debieran ayudar a profundizar el tiempo, la fiesta o el tema que hayan dirigido la celebración.  Es muy importante que se mantenga el concepto de la Liturgia y no se use este tiempo para cantar otras cosas, que muchas veces no son religiosas.  El momento de comunión no es para cantar el cumpleaños, ni cantos paganos, ni solo quedarse en la alabanza.  Al final de la comunión se sugiere retomar el tema de la acción de gracias.
 

SALIDA

 

El rito de conclusión da cierre a la Eucaristía y por el amor a María Santísima se le ha concedido este momento para cantarle.


4 comentarios:

  1. Muchas felicidades por llevar un blog tan útil y maravilloso, hermosa la misión que te ha dado el Señor y hermosa la forma en que llevas a cabo su voluntad. Que Dios te siga dando ánimos de dar y este blog sea el principio de grandes logros🙏💖 Que Dios te guarde🙌

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  2. La música cesa cuando termina la distribución de la Eucaristía para dar paso al silencio posteucarístico, momento de gozar la dicha del comulgante de tener al Señor consigo mismo y en sí mismo, es un momento de intimidad personal que acrecienta la felicidad de la conversión.

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